jueves, 5 de agosto de 2010

Abriendo puertas...

Érase una vez que vi un pendiente raro y dije:
- ¿eso qué es?
- es fimo...
- ah... mu rico...

Entonces, cuando llegué a mi casa, me puse a investigar... y cuando investigué, ví que me podía gustar, lo probé y me gustó y... volví a probarlo y...

Total, que como entre muchas otras cualidades del fimo (mejora la circulación en las manos, la concentración, baja el nivel de estress y el colesterol... todo virtudes) ¿por dónde iba? ¡Ah sí! Que empecé a practicar con fimo y salieron unos pendientes resultones, y después otros más resultones y luego un colgante... y probar la técnica tal, la cual...

Después de un par de años, voy a ver qué pasa si enseño lo que hago...

De corazón, espero que os guste.

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